Ductilidad Humana

Durante las últimas semanas me he visto relacionado, aunque no necesariamente partícipe activo, con una serie de fragilidades humanas (por llamarlas de alguna forma). Este, es el primero de una serie de los que estimo serán 3 artículos, en los que intentaré describir algunas de estas "fragilidades" o la forma en las que las percibo.

En principio, quiero hacer notar que la forma en la que cada uno de nosotros percibimos el entorno puede ser tan diferente y compleja como la propia diversidad humana, en especial considerando que un término que comúnmente se utiliza para denotar a una persona es "Individuo" (término que lleva en su carga etimológica el concepto de unicidad).

Partiendo de esta individualidad, en el transcurrir de nuestra vida nos vemos inevitablemente influenciados por la propia carga genética (proveniente a su vez de 2 individuos más) y, de las experiencias de cada día a lo largo de nuestras vidas. Con esto, se pueden evidenciar fácilmente dos puntos, que aunque no son concluyentes si pueden ser determinantes.
El primero es esta esa carga genética que al venir de 2 individuos diferentes entre si y diferentes a su vez del resto, nos hace ya desde el nacimiento diferentes a nuestros progenitores y a aquellos individuos que pudieran ser concebidos incluso en la misma fecha y hora. El segundo es, que a diferentes momentos de nuestra vida hemos atravesado por diferentes experiencias, y que si bien pueden ser similares a las de otro individuo, no son necesariamente iguales, por lo tanto en dicho momento la percepción que tenemos de nuestra propia vida es completamente diferente a la que otra persona puede tener de la suya.

Después de hacer notar las diferencias básicas de la percepción y de la individualidad, me gustaría resaltar también la diferencia existente a causa del género. Con esta diferencia de género no me refiero a lo anatómico y/o fisiológico sino más bien, y en gran medida, a lo psicológico. Aquellas sutiles diferencias en la racionalización propias del género, por ejemplo: en tanto que para alguien de género masculino basta una respuesta simple del tipo booleano, su interlocutor o contraparte del género femenino puede requerir del racionamiento lógico completo que puede o no satisfacer el tema que haya originado el cuestionamiento. Hago notar que mi ejemplo es sólo ilustrativo y no es verdad absoluta para definir ni discriminar a ninguna de las partes.



Habiendo hecho notar las que considero como las diferencias más importantes interpersonalmente hablando, abordaré una de esas "fragilidades", que por convenir a lo aquí escrito llamaré "Interpretación extrapolada".

Si bien la interpretación puede verse como la habilidad de asimilar un contenido, lo que aquí he llamado "Interpretación extrapolada" es, desde mi perspectiva, aquella "inquietud" por adivinar o intuir el comportamiento o pensamiento de algunas de las personas con las que interactuamos, llámese amigo, vecino, novio, amante, espos@, amasiato u otro.

La Interpretación Extrapolada difícilmente podrá acercarse a la realidad, ya que, en principio existen las diferencias de las que hablaba anteriormente y carece de una justificación o fundamento para ser establecida como la realidad en el pensamiento o actuar de otra persona.

Por otro lado, es también, intuición pura del pensamiento o actuar de alguien más, que después de suceder, ha de ser a su vez filtrado por las experiencias propias y nuestra capacidad interpretativa, con lo que se vuelve completamente subjetiva y nula para efecto de demostrar cualquier teoría que se defendiera a partir de ella.

En resumen, esa fragilidad a la que decidí nombrar Interpretación Extrapolada, no es otra cosa que la "mala práctica" que tenemos un alto porcentaje de la humanidad de intentar predecir el pensamiento de las personas en lugar de preguntar directamente que sucede. Mala práctica que a su vez es reforzada por la falta de claridad o sinceridad en nuestras declaraciones y/o la aceptación que tenemos de las mismas de parte de quien las recibe; y que muy comunmente termina por llevarnos a conclusiones erroneas, frustración, tristeza o subconjunto de ellas.

Finalmente y a modo de ilustración de todo lo antes mencionado incluyo el cortometraje (que terminó de motivarme para escribir estas líneas) del realizador argentino @martinpiro quien dirige y actúa en él, acompañado por la joven cantante y actriz de la misma nacionalidad María Canale, quien recientemente se convirtió en la ganadora del Leopardo de Plata a la mejor actriz en el Festival de Lorcano (en Suiza) por su participación en el largometraje "Abrir puertas y ventanas".




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